Cómo afecta el diseño de un local comercial en la experiencia del cliente

En un mundo donde la oferta es infinita y la competencia constante, los espacios comerciales ya no son solo lugares donde se vende un producto: son escenarios donde se construyen experiencias, aumentando la satisfacción del cliente.

El diseño de un local comercial puede marcar la diferencia entre una visita fugaz y una experiencia memorable. Es el primer contacto físico con una marca y, muchas veces, un factor que aumenta la disposición de compra de un cliente y para que vuelva… o no.

Diseño que conecta

Diseñar un espacio comercial comienza por entender la identidad de la marca, su propósito y filosofía, e introducirlo en un entorno coherente, funcional y emocional.

A través de un diseño inteligente, se plantea qué tipo de experiencia se desea proporcionar: desde la sensación de libertad a través de espacios amplios o de intimidad para experiencias más lujosas, la invitación a participar en demostraciones de producto en zonas interactivas, posibles áreas de descanso para potenciar el tiempo que un grupo pueda pasar en el comercio, o incluso recrear un escenario con historia ficticia detrás de todo el local para una experiencia totalmente única e inolvidable.

Cada decisión es importante y debe trabajarse cuidando diferentes puntos clave para la forma en la que el cliente percibirá y explorará el espacio:

  • Reflejo de la marca: el espacio debe ser coherente con los valores y la personalidad de la marca, creando una atmósfera reconocible y alineada con el mensaje.
  • Circulación fluida: Un recorrido atractivo y bien planteado invita de forma natural a descubrir, desde los escaparates hasta el fondo del local, los diferentes productos y servicios, incrementando el tiempo que un cliente pueda pasar en la tienda y las probabilidades de compra.
  • Zonificación y distribución inteligente: Una circulación fluida no solo requiere diseño atractivo, sino también plantear de forma adecuada la disposición de los productos y las diferentes áreas, tratando de evitar obstrucciones y favoreciendo la circulación de un punto clave a otro.
  • Iluminación emocional y funcional:  Para destacar elementos y productos, crear atmósferas, generar sensaciones e influir en el estado de ánimo, es importante combinar la iluminación natural con la artificial y jugar con una buena elección se cálidas, focales, directas, indirectas…
  • Materiales, colores y texturas: la elección de los acabados transforma totalmente el espacio, comunicando de manera visual, táctil y emocional, diferentes sensaciones y percepciones. Por ello es muy importante tener una buena elección de materiales y colores con la que generar un espacio único y de confianza con la marca.
  • Aromas, música y detalles sensoriales: Los últimos detalles también cuentan. Y es que, los estímulos auditivos, táctiles y olfativos juegan un papel esencial en captar la atención y generar conexión y recuerdo con alguien o algo. Por lo que cuidar estos detalles puede diferenciar por completo a la marca.

En Valeria Bonomi, ayudamos a diseñar espacios comerciales desde una mirada integral y emocional, como si de escenarios se tratasen. Acompañamos a cada marca para que su espacio hable de ella con autenticidad y el cliente pueda sentirse identificado, invitado a quedarse, a descubrir y a volver a formar parte de la experiencia.